A manera de diálogo:
I
- Ya va a ser la 1 de la mañana, el trabajo es para presentarlo dentro de 13 horas aproximadamente, ¡debo empezar de una vez!
- Pero ¿qué tipo de trabajo vas a hacer?
- Eso es justamente lo que no sé.
- Tenemos que hablar de eso.
- ¿De qué eso?
- De eso que yo no sé.
- Pero eso no es algo que tú no sepas, es algo que yo no sé.
- Pero si no lo sabes como quieres que yo lo sepa.
- Me confundes, no te entiendo, ¡Qué estrés contigo, hombre!
- Yo también he empezado a hacer algo
- ¿Qué estás haciendo? ¿Ah?
- Estoy comunicándome.
- ¿A qué te refieres con eso? Tú me confundes.
- Yo me confundo, usas mucho “tú”, no tiene sentido entre nosotros.
- No contestaste a mi pregunta.
- Bueno, me refería a la conversación que tengo pues, estoy comunicándome contigo que aún no sabes lo que yo sé.
- ¡Total! ¿No era que tú no sabías lo que yo no sé?
- En nuestro caso viene a ser lo mismo.
- Muy confuso, muy confuso, ¡no pienso hablar más!
- No tiene sentido lo que dices.
- ¿A qué te refieres con eso?
- Dejaría de comunicarme, simplemente, o la comunicación se tornaría aburrida ¿viste?
- ¿Eres argentino o algo así?
- …
- ¿Acomplejado o sin dignidad?
- Y, qué sé yo, dejate de hablar pavadas.
- ¡My shit! Me llegan los acomplejados del idioma ¡por la fuckin mother!
- Tenemos mucho de eso, no jodas.
- Bueno, me hablaste de que te comunicabas ¿Cómo es eso de que si yo decido callarme cortaría tu comunicación?
- Yo no dije eso.
- ¿De veras? Pero estoy totalmente seguro de que tú
- Es que lo pensé.
- Y ¿qué tiene eso que ver?
- Aún no comprendes.
- Pero si yo…
- Ya, ¡basta! Deja de hablar incoherencias.
- …
- …
- ¿Y cómo va eso de tu comunicación?
- Hasta ahora un poco frágil, nada más.
- Pero, ¿cómo funciona?
- Deberías saberlo varón, me dejas mal parado, no puedo creer que no sepas eso de yo emisor, tú receptor y viceversa, feedback le dicen, compartimos el mismo canal (no el de la mancha), el mismo código de hecho, y el contexto.
- Y ¿Cuál es el contexto?
- Eso yo no lo sé, tal vez él pueda saberlo.
- Me confundes ¿y ahora quién es él? Pensaba que estábamos solos los dos.
- Eso es imposible, sí supe lo que estabas pensando, por eso justamente lo dije.
- Y ¿cómo lo supiste?
- Simplemente lo pensaste.
- ¿Eres alguna especie de adivino?
- No necesitamos eso entre nosotros, hace poco te sucedió también a ti, ¿recuerdas? no te preocupes, ya pronto lo comprenderás.
- Bueno entonces me callo.
- No puedes callarte.
- …
- Simplemente es imposible.
- Sí, tienes razón, me es imposible, siento por todo una gran curiosidad.
- Tú eres el que hace las preguntas.
- Háblame más de tu comunicación.
- Está corriendo peligro.
- ¿Por qué? ¿Qué peligros enfrenta?
- El más temible, volverse predecible, resultar aburrido, obvio, sin atractivo, ridículo tal vez..
- Y después dices que soy yo el que habla incoherencias.
- …
- …
- Oye ¿no dijiste al comienzo que tenías que presentar un trabajo en 13 horas?
- No recuerdo haberlo dicho.
- Muy interesante, muy interesante.
- ¿De qué hablas?
- Ya voy comprendiendo, entonces fue él quien lo dijo.
- Bueno, cuéntame de una vez de qué trata tu comunicación.
- En verdad no es mía sino de él.
- Otra vez con tus cosas ¿Quién él?
- El que hace todo esto.
- … Hay una palabra para eso … no la recuerdo ahora … déjame
- Mejor que no la recuerdes, es más, olvídala, no tiene sentido entre nosotros.
- Sabes, hay una pregunta que tengo que hacerte no sé por qué.
- ¿Cuál es?
- ¿Por qué no me has hablado antes de la literatura?
- ¿Por qué preguntas eso ahora?
- No lo sé, simplemente me nace preguntarlo.
- De nuevo él, dime una cosa ¿en verdad no te das cuenta de su juego o eres su cómplice?
- Todos somos sus cómplices.
- Esa frase yo la pensé.
- Lo sé muy bien.
- Entonces ¿vas comprendiendo?
- No, no puedo, no sé por qué.
- Perfecto, todo va a la perfección.
- …
- Tú eres el que hace las preguntas aquí, no tendría sentido que entiendas todo de golpe.
- Pero, ¿no me hablaste nada de literatura?
- ¿No te das cuenta de su juego? Todo tiene que ver con el título.
- ¿Cuál es el título?
- La relación entre la literatura y la comunicación.
- ¿Cómo es que tú sabes todas esas cosas?
- Yo soy el que sabe más cosas aquí.
- …
- Simplemente porque él lo quiere.
- No me gusta nada tener que vivir así. ¡Qué ridiculez!
II
- ¿Qué pasó? De pronto ya no es de madrugada, son las 11 de la mañana.
- Es que se fue a dormir, el día anterior casi tampoco durmió.
- ¿Estás hablando del que dices que hace todo esto?
- Solo de él puedo hablar.
- …
- Es decir, de lo que él quiere que hablemos.
- Yo quiero que me hables de la literatura.
- Hay millones de definiciones ¿qué es lo que quieres saber?
- ¿Para qué sirve?
- Sirve para todo lo que tú quieras que sirva.
- Dame ejemplos.
- Aprender, olvidar, desfogar, educarse, volverse asesino, conocer la historia, alimentar tu entendimiento, fortalecer tu imaginación, llenarte de conocimiento, distraerte, hacerte pedante, enloquecer, y miles de muchos otros verboides infinitivos. Todas las cosas que hace el hombre son iguales, todas pueden servir para lo que él decida.
- ¿Te refieres al tipo del que siempre hablas?
- Hablo del hombre en general, de la humanidad en su totalidad, el que está haciendo este juego no tiene ese poder, es un simple mortal, como
- …
- Iba a decir como nosotros pero sería totalmente inexacto y erróneo.
- ¿Nosotros dos?
- Somos mucho más que dos.
- ¿Qué intentas decir?
- Él lo sabe, pero no es momento de hacerlos hablar, nos complicarían todo.
- Pero por qué no los hace hablar, yo quiero escucharlos, ya me cansé de hablar contigo.
- Perderíamos protagonismo y desapareceríamos en un mar de voces que se contradicen por todas partes, sería estúpido intentarlo ahorita, no sorprendería a nadie además.
- Esa no me explica por qué no se propone a hacerlo.
- Tal vez algún día, por ahora está apurado, tiene que presentar este trabajo, le da flojera, qué se yo, además lo están interrumpiendo a cada momento, no se puede concentrar como anoche, por eso nuestra conversación está perdiendo coherencia.
- Me hubiese gustado hablar directamente con él, ¿será posible?
- Estás hablando conmigo que es lo mismo.
- Estás diciendo que tú eres él.
- Cualquiera de todos nosotros, en parte sí, en parte no, él no tiene una voz propia, se esconde tras de nosotros con el propósito suntuoso de expresar ideas a través nuestro, pero realmente no tiene ni idea de lo que quiere decir.
- ¿Cómo sabes tú esas cosas?
- Porque él también lo sabe.
- ¿Y por qué yo no las sé?
- Tú también las sabes, pero es necesario que preguntes si no no tendría sentido tu presencia aquí.
- …
- Déjame explicarte, de alguna u otra forma él quiere que yo esté un poco más conciente que tú de lo que pasa al otro lado del papel.
- ¿De qué papel me hablas?
- No te culpo, un pez tampoco sabría de qué agua le hablamos.
- Yo vivo en el papel como un pez en el agua.
- Ni siquiera vives, pero no podría explicártelo ahora, se nos acabó el tiempo.
- Me hubiese gustado aunque sea saber cómo me llamo.
- Tampoco hubo tiempo para eso, además, no es necesario entre nosotros.
- Tengo una última pregunta que estoy obligado a preguntar.
- Por lo menos comprendiste un poco, ¿cuál es?
- ¿Nosotros somos literatura?
- Supuestamente.
- ¿Buena o mala?
- Para mí somos un simple remedo barato y vulgar, pero no depende de nosotros poder juzgar eso ahora.
- Y él nos está usando nada más.
- Sí, no lo culpo, pobrecito, tuvo problemas al nacer, y lo más seguro es que acabe toda esta tontería poniendo su nombre completo al pie de la última palabra.
- Patético.
- No es justo que siendo yo el más despierto de los dos seas tú el que abras y cierres el diálogo.
- Supongo que es una forma de compensar mi ignorancia.
- O de premiar tu curiosidad.
- Jajaja Sería bueno averiguarlo, pero ya se nos acabó el tiempo y también la hoja*.
Aquiles Martín Cabrera Ludeña
* Se entiende q fue escrito para ser leído impreso
¿Alguna vez has leido dramática? ¡Deberías! La claridad es el primer elemento del estilo.
ResponderBorrarjajaja disculpa amigo anónimo, en esa epoca de mi vida estaba leyendo böll, pirandello y el lobo estepario
ResponderBorraro algo
pásame libros de dramatica :)