lunes, 27 de octubre de 2008

Calamaro Querido



No, no fui al concierto de anoche. Pero cuánto hubiera dado por estar allí.
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Calamaro es de lejos mi cantante favorito, el que más se me parece, o al que más quisiera parecerme. No lo llevo siempre en un Ipod a todos lados, lo llevo en el corazón. Como tantos otros recuerdos. Porque sus canciones fueron convirtiéndose -algunas al comienzo, muchas después- en buenos recuerdos de distintas mujeres a las que adoré, o amigos con los que me emborraché. Hay tanto qué contar pero por supuesto no lo haré.
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Hace 10 años, cuando vino a Lima aquella vez, yo tenía 13 años pero ya lo llevaba en el corazón. Desde esa época ya lloraba escuchando varias de las canciones de la Honetidad Brutal, mientras Sabina me gritaba al oído que en historias de dos conviene a veces mentir porque ellas prefieren escuchar mentiras piadosas o que mejor que nosotros miente la necesidad, que sabe de sobra cómo hacernos llorar; Calamaro me enseñaba que la honestidad no es una virtud, es una obligación. Aunque aprendí muy tarde la lección. Si es que alguna vez lo hice. Bueno, tenía 13 años y ni cagando hubiera podido ir a aquel concierto tan recordado estos días en la playa El Silencio. Pero vagando por las calles barranquinas encontré el cartel con esta foto.

Que no dudé en llevármelo para colocarlo en lo alto de la pared de mi cuarto. Fue el único póster que he colgado de algún cantante, por algo será.

Bueno, mucho se ha dicho de Calamaro estos días en muchos blogs o en los infaltables nicks con versos de cualquiera de sus mejores canciones que son incontables. Siempre lo hice, pero no solo me gusta el Calamaro cursi, romántico, nostálgico, sino el rebelde, el transgresor, el vagabundo, el que canta lo que quiere y cuando quiere, así sea tango, reggae, rock, hip hop o lo que sea.

Si tengo que elegir alguna buena frase de canción de Calamaro dejándonos de cursilerías, sería "mejor hijo de puta conocido que boludo por conocer" pero definitivamente la que siempre será es "Show me your shit"

Discúlpenme que no esté para romanticismos pero es q ya estoy bastante nostálgico y encabronado por no haber ido al concierto. C'est la vida, interminablemente se vuelve uno decadente, that's life, thats the all the people say...

Y bueno, como no tengo tiempo para escribir más, copio y pego algo que escribí hace un time sobre el salmón para Díatreinta cuando me pidieron que escriba sobre mi héroe musical favorito y todos pensaron que escribiría sobre Sabina.

Andrés Calamaro es uno de los cantantes más camaleónicos del universo musical en español. Es que no se puede encasillar en ninguna categoría. Lo suyo es básicamente la canción. Es un artesano de la palabra bien cantada, con bandoneón, con orquesta o con guitarra. Ya lo dijo al compás del querido Héctor Lavoe: él es cantante y lo suyo es cantar.

Su vida musical siempre estuvo marcada por las exageraciones. Desde que en su brillante juventud Miguel Ángel Peralta (El abuelo) lo llamó para rearmar su banda, pasó de ser un deslumbrante adolescente a ser un abuelo… de la nada. No pudo tener mejor vitrina. Pero no le bastó la gloria con Los Abuelos, en esos años sacó su primer disco solista (Hotel Calamaro) bajo la protección de su primer maestro: el bicolor Charles García. Esta experiencia le bastó para hacerse responsable de producir los primeros discos de los entonces desconocidos Enanitos Verdes y Fabulosos Cadillacs.

Su vida misma es un exceso. Todos los marginales del fin del mundo (obvio sus fanes) sabemos que no solo era cosa de sentarse en un parque y fumar un porrito. El paso de los años le ha servido para demostrar a sus críticos que él sigue siendo el rey, y con dinero o sin dinero, fuma siempre lo que quiere.

En los 90’s, con su música, su buena suerte y otros alucinógenos hizo vibrar a Península Histérica, en la que hasta ahora llena estadios al igual que en su país. Los Rodríguez, su segunda banda, fue quizá el mejor grupo rock de España en esa década.Ya de regreso a Buenos Bares, Argentina, y como solista absoluto, capaz de controlar sus asombrosos dones, se volvió Loco, le cantó a la Alta Suciedad, a Elvis, a los sueños, y a los Crímenes Perfectos de tantas flacas que nos dejan al ritmo de una Media Verónica su veneno en la piel.

Y no contento con demostrar que se puede ser un romántico y un canalla al mismo tiempo, su siguiente proyecto nos aclaró que la única manera de ser el comandante de la parte delantera del corazón de la mujer mundial es la honestidad: mientras más brutal y desgarradora, mejor.

Así siguió nadando, contra la corriente; sumergido más que nunca en sus contradicciones, pero dedicado totalmente a encender el fuego sagrado de la inspiración y la locura. Así nació El Salmón, un disco de 103 canciones, muy largo e importante para él, con mucho texto. “Quiero hacer un disco del que se hable dentro de 50 años”, dijo. Lo hizo en uno de los peores momentos de su vida personal y luego aclaró a sus seguidores: “Infieles, pensaron que era broma, verdaderamente van a escuchar un disco ahora”. El resultado fue demoledor, con canciones de todo calibre, aunque en su momento incomprendidas.

Aquí fue donde te perdí el rastro, querido salmón. Pasaron cinco años para que te animes a lanzar otra vez un disco. Te tomaste tu tiempo, cabrón, pero valió la pena esperar. El Cantante, disco tributo a los grandes como Manzi, Gardel, Roberto Carlos, Atahualpa Yupanqui, Héctor Lavoe. Imposible de definir, la mejor descripción tal vez nos la dio tu amigo y compinche Sabina en aquel bizarro libro de sonetos: “La gloria eterna nos parece poco,/ del fashion nos vengamos con boleros, / Andrés crece al revés y yo tampoco.”

PD. Calamaro, no tardes en volver, yo sí me sé los tangos y los reggaes de Marley que tú cantas.

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4 comentarios:

  1. calamaro, calamaro querido, también forma parte de casi toda mi vida.

    También me quedo con la frase:
    Show me your shit...

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  2. acabo de recordar que ya van casi 3 años que no me dejo las patillas hasta abajo ni el pelo tan largo como en esas fotos. Como "cuando te conocí" conejita querida.
    chess

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  3. aqui, una discrepancia:
    elvanguardista.wordpress.com/

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