Desde hace años estoy en esa campaña, vaya qué novedad, medio país se dio cuenta que la selección es una mierda.
Lee la noticia en el mercioco.
Pero mejor disfruten de:
El hígado de Philip
¡NO COMENTES!
Vamos a enfrentar al cáncer con lo que más le duele: UNA SONRISA
Desde hace años estoy en esa campaña, vaya qué novedad, medio país se dio cuenta que la selección es una mierda.
1. Deja de respirar: Cuando exhalas liberas dióxido de carbono.
2. No manejes: Todos sabemos qué tan malo para el ambiente es manejar.
3. No vivas en una casa, departamento o condominio o ningún otro edificio que use gas o electricidad: Un hogar produce de dos a tres veces más dióxido de carbono que un auto.
4. No uses zapatos o cualquier clase de vestimenta producida en una fábrica: cultiva tu propio campo de algodón y haz tu ropa con tus propias manos.
5. Retírate de la escuela o universidad: Los edificios de los colegios, universidades o institutos producen más dióxido de carbono de lo que producirías tú solo en 20 años.
6. Come carne cruda: ya sea que uses gas o electricidad para cocinarlos, ambos producen gas
7. Apaga tu computadora. Sí, tú, hipócrita.
8. No uses baños, orina y defeca en tu jardín o en el parque. El agua de tu hogar ha sido limpiada y trasladada usando bombas que usan electricidad.
9. No hagas ejercicio: Aumentando tu ritmo cardiaco aumentas también la cantidad de oxígeno que tomas del aire y que conviertes en dióxido de carbono.
10. Muérete: mientras más joven, menos probabilidades tendrás de caer en los puntos anteriores. Puedes ahorrarle al planeta 8.4 toneladas de dióxido de carbono por cada año que no estés aquí.
Muy interesante la entrevista de José Gabriel Chueca del sábado 14 de marzo al Otorongo. El Otorongo es un suplemento de caricaturas de humor político que muchas veces nos explica mejor el acontecer semanal que más de mil palabras.
También me agrada bastante leer varias veces en esta entrevista la palabra hígado. XD Este hígado es su fan. Copio y pego la entrevista completita, aunque claro yo le hubiera puesto otro nombre: "A veces, hacer un chiste implica mucho sufrimiento". (Entiéndanlo malditos cabrones)
Varios de estos perros han sido llevados por la municipalidad, pasen las fotos quizás alguno de ellos tenga dueño, pero sería mucha suerte, ¿alguien quisiera adoptar alguno y salvarlo? tendría que cancelarse 29 soles para sacarlo, al menos en eso podemos ayudar.... Miren sus caritas están esperando la muerte...ARCA TRUJILLO
S.O.S. ANIMAL
UNA VOZ POR LOS ANIMALES
044- 423856 044-948119499
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No me abandones: Te seré fiel y sincero hasta el ultimo latido de mi corazón.
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César Adolfo Alva Lescano, Presidente del Insituto de Estudios Vallejianos
Ángel Lavalle Dios, Catedrático UNT y Crítico Literario
Manuel Medina Velásquez, Director del Proyecto Poesía Joven de la Municipalidad Provincial de Trujillo.
ÁNGEL LAVALLE DIOS.
I
Nostalgia por el ser
El del poeta es el camino del hombre; es un tránsito desde las sombras hacia la luz, desde la noche hacia el sol del amanecer, en una individual dimensión bipartita: primero, en el tiempo presente, la autoconciencia de los propios interiores, autopercibidos en agitada lucha permanente en una plétora de temores, de ausencias, de premoniciones y de anhelos, a causa de las muchas incertidumbres, pero, también, de las previstas posibilidades que se vienen concretando sobre el mar de fondo del amor y de una prometida y presentida eternidad; y, segundo, hacia atrás, la certeza que alcanza el poeta para decirnos que la "pesadilla" de la vida empieza al nacer y que seguirá como tal, en tanto, no haya una purificación de los sentimientos. Lo anterior es lo que se lee, desde la primera a la última líneas del poemario.
En auxilio del poeta acuden, y se registra, una multiplicidad de referentes que son muy pertinentes para conducirnos hacia sus preocupaciones centrales, expresadas como una nostalgia por el ser del poeta, que es igualmente una nostalgia por el ser del hombre, que aquél autopercibe y lo siente, como dicha y como felicidad, pero ausente; sin embargo, ausente no porque nunca estuvo, sino, porque habiendo estado, se ha ido y lo ha, nos ha, dejado. Este es el punto crucial, origen de todas las laceraciones del poeta y del hombre, asumido como una compleja unidad individual, que sólo alcanza plenitud en la ubícua e interactuante alternancia del "tú": nuestros semejantes de la urbe, la mujer amada, las madre, los (las) hijos – hijas, el paisaje nocturno, en especial, como reducto y como "rincón", con oscuridad, pero con estrellas; y el paisaje del amanecer como incitación y como solución de la noche. La plenitud referida, la percibimos como la solución de continuidad a la dicha "perdida" que, en el poeta es "…ganas ubérrimas/ de volver a ser niño"; o, niñez que inexorablemente, según el poeta, "…se diluye en la transfiguración del tiempo"; pero, asimismo, percibimos esa plenitud, como "apostasía", para usar la propia expresión del poeta, y que significa "la falta- o pérdida- de fe en Jesucristo"; signo, este último, de la autoconciencia de incertidumbre y soledad del hombre contemporáneo, carente de "absolutos".
II
La palabra como puente y el espejo…
"Sortilegios" se entiende, literalmente, como "leer la suerte". Esta "lectura", se puede realizar, obviamente, en diferentes planos. Pero, en el caso de Alfonso Sánchez Mendoza, es explícito el plano poético escrito. La palabra escrita es, en este caso, el puente y el espejo… Puente a través del cual el "inconciente" emigra desde bien adentro del "yo", trayéndonos el "ser"; o, dicho de otra forma, es el puente que usa el "ser" para transitar de la oscuridad del "inconciente" a la luz de la "conciencia", y mostrársenos o mostrarnos a nosotros mismos, cual espejo singularísimo e insustituible. Este tránsito, sin embargo, no discurre por un océano pacífico, sino a través de un proceloso mar, en disputa permanente entre dos intransigentes y seculares espadachines, la "razón" y la "fe". Es el destino del hombre como tal, azuzado en los tiempos actuales en que la "razón" viene inundando, progresivamente, con su luz los "rincones" de la fe, del sentimiento, del alma, allí donde habita y se asienta lo más "querido" por nosotros.
Sintomático y, a la vez, significativo que este poemario vea la luz y nos traiga las hesitaciones del poeta, tras la cordura "perdida en mi sombra del mediodía", o, como diría Walt Whitman, "en mitad del camino de la vida". Edad nuestra, la del mediodía, en que muchas cuestiones empiezan o terminan por aclararse; y de lo cual, no todos nos hacemos concientes y no todos decidimos, final y valientemente, compartir. En el caso de Alfonso Sánchez Mendoza, no obstante todos los sinsabores vividos y percibidos en la vida, no todo está perdido; al final del túnel, una luz se anuncia siempre: "El sol de un nuevo amanecer", que no llega porque sí, sino que debe llegar, siempre y cuando sea permanentemente "re-inventado", como "re-nacimiento" permanente; y, de pronto hasta como "re-torno", sobre los seculares acicates de la paz, el amor, la eternidad y Dios; sentidas vías, todas las anteriores, de "re-encuentro" con nosotros mismos, en la agreste "geografía" de nuestro ser, tras las "heladas brisas" del silencio, del espacio y del tiempo.
III
De ecos y nostalgias…
A estas alturas del análisis y de la historia social, del arte y de la filosofía, Alfonso Sánchez Mendoza sorprende con la claridad y la naturalidad de su estro. Europa de las post – guerras, se adentra, allende la epidermis, en busca del ser; el existencialismo, en especial el heideggeriano, y la fenomenología filosóficos, actualizan las incursiones griegas parmenídeas sobre el mismo tema, y en la misma dirección tornan el neopositivismo wittgestteiniano y el estructuralismo de factura foucaultiana; la psicología freudiana y tras ella la psiquiatría psicoanalítica. Son, también, los escenarios en los que se desenvuelven Joyce, Kaffka, Camus, el mismo Sartre literato y, más recientemente,
Los anteriores son los caminos a los que retorna, también, la post – modernidad europea: todos ellos, tras la región metafísica por vía del lenguaje connotativo, luego que la ciencia se hace conciente de sus limitaciones en la vía denotativa, incluso en la sintética , según formulación kantiana. Más al extremo aún, para la post – modernidad la "razón" resulta insuficiente como faro, pues, su lumbre mengua en tanto descendemos más a las profundidades del ser. Recobra, entonces, primacía la presencia alterna y dialógica del "otro", única posibilidad para "entender", para "comprender" el mundo y la vida, es decir, la "realidad". Y, mejor aún, si con ese "otro" logramos entendernos hablando, no por escrito. La post – modernidad pretende guiarnos más allá del significado, tras la plenitud del sentido, y para esto, el mejor lenguaje no es el de la ciencia, sino el de la poesía. Si la morada del ser es el lenguaje, como quería Parménides, es el lenguaje polisémico el que nos acercará a los más variados matices del ser. En consecuencia, si no hay un solo sentido, tampoco habrá un solo centro, ni una sola tradición y, obviamente, ni una sola forma de sentir. Los márgenes de la libertad, entonces, son ilimitados y deben ampliarse y vivirse en las más variadas de sus ricas expresiones, pero tras la brega, tras la lucha, tras las "pérdidas y los descubrimientos", como quiere nuestro poeta. Y, en estas idas y venidas, Dios tampoco permanece, muere para luego resucitar. Esta es también la impronta de la post – modernidad (con antecedente nietzscheano), y la de nuestro poeta, para quien, "aún hay Dios en el horizonte", como "…el Cristo" que vuelve a llorar, hoy "más desconsolado que en Getsemaní".
Alfonso Sánchez Mendoza se insinúa como lírica madera de bellos arpegios, cuando canta "...los faroles apagados de mi rostro", o, "…treparme por las lianas de lluvia/ Que caen de tus ojos". Y déjase sentir, así, cerca de Martín Adán, entre los peruanos; y, entre los liberteños, va tras las huellas de Rogelio Gallardo Bocanegra, de Santiago Aguilar de "Tempestad de la nada", de Luis Eduardo García de "Teorema…", de Lizardo Cruzado de "Este es mi cuerpo", de Ángel Gavidia de "Fuera de Valija"; entre otros, extendiendo las siempre frescas lianas de la tradición poética norteña.
Trujillo - Perú 2009.
Vuelve la lumbalgia como pesadilla recurrente
Inca horizontalmente tras el ortocentro de mi trinidad
Se desliza rastreramente por el eje de mi circunferencia
Mis entrañas asaltan la certeza que aún tengo alma por estrujar
El vahído del trémulo caminar de mis nostalgias
El lumbago súbito abriendo canales regados de llantos contenidos
Me varan ineludiblemente al mar brillante de esta página
BENDITO SILENCIO
Resuenan ecos silenciosos en la bóveda palpitante de mi reloj
La respiración toma ritmos de pasos a orilla de mar
Se laxan mis extremidades buscando reposo
La memoria busca nostalgias
Imágenes confusas
Tiempos hechos a jirones de razón
Mis manos frías asaltan mi rostro
Restriegan fuertemente mis recuerdos en mis párpados
Froto mis sienes tratando de recobrar la conciencia
Notas de un piano martillan las paredes de mi carne
Me rehúso a salir de este silencio
Bendito silencio…
Las campanas anuncian las doce
Mi nostalgia debe regresar a convertirse
Nuevamente en la cenicienta de mi inconsciente
SUEÑOS
Presurosos mis pasos parecen volar sobre el pavimento
Los gemelos se tensan y las neuronas reprocesan
Las cuarentaiunmil cosas que me quedan por hacer
Intentan arrancarle más segundos a los minutos
Procuro desacelerar esta vorágine
Converso con mi sombra abandonada
Tras el muro de adobe de mi casa
Siento que ella me invade suavemente
Escala desde mis pies
Orilla mi torso
Alcanza los faroles apagados de mi rostro
Que reposan en sus nostalgias
Dejo que se filtren melodías entre tímpano y tímpano
Y navego etéreamente
Diviso apacibles llanuras y montes
Fantasías de historias cayendo en cataratas
Ilusiones brotando en manantiales
Susurros que vuelan
Alas al viento esparciendo lluvias de color…
Un eco sordo retumba mis oídos
Despierto
Alguien llama a mi puerta
Es la realidad
A todos los que aún seguimos aquí batallando en el fragor de los días
La garúa cae como menudas chispas de colores
El aire resopla en mis sentidos tu presencia
Vuelvo a extrañarte una vez más
Te conviertes en el artificio
Para abstraerme de la conciencia de estar vivo
Y entonces siento tus manos azules
Deslizándose suavemente por la selva de mis cabellos
Veo tu mirada en el mínimo reflejo de luz
Y escucho tu voz como eco en el silencio
Apaciguando esta indomable certeza de tu ausencia
CAIDAS
Gris la mañana devela la ausencia del estío
La neblina me invade juega con mis retinas
Me plasma en el vacío de esta hondonada de dolor
Mis uñas rasgan la muralla de mi llanto
El abdomen se me llena de una brisa helada
No siento el tiempo
No logro atrapar ni el más fugaz recuerdo
Sólo me palpita el desasosiego
Diseccionándome las entrañas
Detrás de mis entrañas
Se me despelleja la epidermis del torso
Recojo la piel de mi rostro entre mis manos
Me precipito en este calvario
Sé que luego una vez más me levantaré
BUSCANDOTE
Acarician tu pelo mis manos lejanas
La boca aún me sabe a miel de tu memoria
Mi cuerpo se eriza al escuchar tus latidos
Desfallece mi aliento
Esperando tu silencio
Te busco en la noche
Que fugaste como estrella
Para convertirte en cometa
Que arrasó con mis esperanzas
Te busco en mi tiempo
Robado al azar
En la honda caída de mi manantial
Y te encuentro siempre
Ausente
Callada
Y otra vez lejana
Hoy como nunca me he bañado
En la cascada de tus ojos fortuitos
He respirado del huracán de tu voz
En la cima de tu mundo
Y he caminado hasta el rincón de tus sueños
Buscando tu piel
Tu aliento
Y tu paz
FUGITIVA
Me invade un temor absurdo
Que asalta mis más recónditos espacios
Se me nubla la mirada
Creándose infinitas tormentas de silencio
Dejando una estela de sangre
Camino sin sentido reinventado el trote
En cada segundo que gira sin ti
Te abandonaste al viento
Como ave que escapó de entre mis manos
Esa tarde de otoño que te vi partir
Llevándote mis interrogantes sin respuesta
Y me quedé con la extraña sensación
De cabalgar tras de ti
En la oscuridad de tu mirada cansada
Sin entender
Sin preguntar
Sin atinar más que a callar
TU PARTIDA
Te reconozco
En la memoria de mis arcos sonrientes
En la melodía de una canción
Que aún resuena en mis tímpanos
Que grita desesperadamente
Tu nombre impregnado en mi piel
En las tardes con el sol agonizante
En la neblina de un mar silencioso
Que aun dibuja tu silueta
Emprendiendo la partida en busca de mi olvido
Y me he quedado impávido entre mis certezas y mis dudas
Soñando con aquellos luceros que se unieron al caer
Confundiendo los deseos de dos aves que juraron compartir el vuelo
ARITMÉTICA
Tres más uno cuatro
Ocho más ocho dieciséis
La aritmética te cambia el gesto
Me muestras la hoja de prácticas
Y me miras
Con esa esperanza infantil
De no tener errores
Me convierto por instantes
En el implacable corrector
Con la vista en el papel adivino tu rostro tras el veredicto
Las matemáticas son exactas te repito
Vuelves a tu mesa corriges y sonríes victoriosa
Te acercas
Tus ojos se llenan de luz
Irás a jugar o a ver la televisión
Si la vida fuese tan simple como la aritmética
Quizás no estaría aquí
Callado
Reencontrándome con mi silencio.
ALFONSO SANCHEZ MENDOZA
Poeta y Restaurador independiente nacido en Trujillo del Perú en 1968, actualmente a cargo del mantenimiento de
Cursó estudios de Ingeniería Química en
Declamador de
Miembro de
Socio activo del Instituto de Estudios Vallejianos.
Miembro del grupo de artistas “Tiempo” de la ciudad de Trujillo.