Vuelve la lumbalgia como pesadilla recurrente
Inca horizontalmente tras el ortocentro de mi trinidad
Se desliza rastreramente por el eje de mi circunferencia
Mis entrañas asaltan la certeza que aún tengo alma por estrujar
El vahído del trémulo caminar de mis nostalgias
El lumbago súbito abriendo canales regados de llantos contenidos
Me varan ineludiblemente al mar brillante de esta página
BENDITO SILENCIO
Resuenan ecos silenciosos en la bóveda palpitante de mi reloj
La respiración toma ritmos de pasos a orilla de mar
Se laxan mis extremidades buscando reposo
La memoria busca nostalgias
Imágenes confusas
Tiempos hechos a jirones de razón
Mis manos frías asaltan mi rostro
Restriegan fuertemente mis recuerdos en mis párpados
Froto mis sienes tratando de recobrar la conciencia
Notas de un piano martillan las paredes de mi carne
Me rehúso a salir de este silencio
Bendito silencio…
Las campanas anuncian las doce
Mi nostalgia debe regresar a convertirse
Nuevamente en la cenicienta de mi inconsciente
SUEÑOS
Presurosos mis pasos parecen volar sobre el pavimento
Los gemelos se tensan y las neuronas reprocesan
Las cuarentaiunmil cosas que me quedan por hacer
Intentan arrancarle más segundos a los minutos
Procuro desacelerar esta vorágine
Converso con mi sombra abandonada
Tras el muro de adobe de mi casa
Siento que ella me invade suavemente
Escala desde mis pies
Orilla mi torso
Alcanza los faroles apagados de mi rostro
Que reposan en sus nostalgias
Dejo que se filtren melodías entre tímpano y tímpano
Y navego etéreamente
Diviso apacibles llanuras y montes
Fantasías de historias cayendo en cataratas
Ilusiones brotando en manantiales
Susurros que vuelan
Alas al viento esparciendo lluvias de color…
Un eco sordo retumba mis oídos
Despierto
Alguien llama a mi puerta
Es la realidad
A todos los que aún seguimos aquí batallando en el fragor de los días
La garúa cae como menudas chispas de colores
El aire resopla en mis sentidos tu presencia
Vuelvo a extrañarte una vez más
Te conviertes en el artificio
Para abstraerme de la conciencia de estar vivo
Y entonces siento tus manos azules
Deslizándose suavemente por la selva de mis cabellos
Veo tu mirada en el mínimo reflejo de luz
Y escucho tu voz como eco en el silencio
Apaciguando esta indomable certeza de tu ausencia
CAIDAS
Gris la mañana devela la ausencia del estío
La neblina me invade juega con mis retinas
Me plasma en el vacío de esta hondonada de dolor
Mis uñas rasgan la muralla de mi llanto
El abdomen se me llena de una brisa helada
No siento el tiempo
No logro atrapar ni el más fugaz recuerdo
Sólo me palpita el desasosiego
Diseccionándome las entrañas
Detrás de mis entrañas
Se me despelleja la epidermis del torso
Recojo la piel de mi rostro entre mis manos
Me precipito en este calvario
Sé que luego una vez más me levantaré
BUSCANDOTE
Acarician tu pelo mis manos lejanas
La boca aún me sabe a miel de tu memoria
Mi cuerpo se eriza al escuchar tus latidos
Desfallece mi aliento
Esperando tu silencio
Te busco en la noche
Que fugaste como estrella
Para convertirte en cometa
Que arrasó con mis esperanzas
Te busco en mi tiempo
Robado al azar
En la honda caída de mi manantial
Y te encuentro siempre
Ausente
Callada
Y otra vez lejana
Hoy como nunca me he bañado
En la cascada de tus ojos fortuitos
He respirado del huracán de tu voz
En la cima de tu mundo
Y he caminado hasta el rincón de tus sueños
Buscando tu piel
Tu aliento
Y tu paz
FUGITIVA
Me invade un temor absurdo
Que asalta mis más recónditos espacios
Se me nubla la mirada
Creándose infinitas tormentas de silencio
Dejando una estela de sangre
Camino sin sentido reinventado el trote
En cada segundo que gira sin ti
Te abandonaste al viento
Como ave que escapó de entre mis manos
Esa tarde de otoño que te vi partir
Llevándote mis interrogantes sin respuesta
Y me quedé con la extraña sensación
De cabalgar tras de ti
En la oscuridad de tu mirada cansada
Sin entender
Sin preguntar
Sin atinar más que a callar
TU PARTIDA
Te reconozco
En la memoria de mis arcos sonrientes
En la melodía de una canción
Que aún resuena en mis tímpanos
Que grita desesperadamente
Tu nombre impregnado en mi piel
En las tardes con el sol agonizante
En la neblina de un mar silencioso
Que aun dibuja tu silueta
Emprendiendo la partida en busca de mi olvido
Y me he quedado impávido entre mis certezas y mis dudas
Soñando con aquellos luceros que se unieron al caer
Confundiendo los deseos de dos aves que juraron compartir el vuelo
ARITMÉTICA
Tres más uno cuatro
Ocho más ocho dieciséis
La aritmética te cambia el gesto
Me muestras la hoja de prácticas
Y me miras
Con esa esperanza infantil
De no tener errores
Me convierto por instantes
En el implacable corrector
Con la vista en el papel adivino tu rostro tras el veredicto
Las matemáticas son exactas te repito
Vuelves a tu mesa corriges y sonríes victoriosa
Te acercas
Tus ojos se llenan de luz
Irás a jugar o a ver la televisión
Si la vida fuese tan simple como la aritmética
Quizás no estaría aquí
Callado
Reencontrándome con mi silencio.
ALFONSO SANCHEZ MENDOZA
Poeta y Restaurador independiente nacido en Trujillo del Perú en 1968, actualmente a cargo del mantenimiento de
Cursó estudios de Ingeniería Química en
Declamador de
Miembro de
Socio activo del Instituto de Estudios Vallejianos.
Miembro del grupo de artistas “Tiempo” de la ciudad de Trujillo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
COMENTARIOS